domingo, 21 de agosto de 2011

Instructivos y amenos

Libro:  La tabla de Flandes (Novela)
Autor:  Arturo Pérez-Reverte
Editorial:  Alfaguara
Año:  2008/ Julio
Páginas:  416

¿Qué intriga esconde la pintura "La partida de ajedrez", del siglo XV? ¿Qué relación tienen con ella –en la actualidad- una joven restauradora de arte, un hábil jugador de ajedrez, un refinado coleccionista de arte, entre otros?

     Con la escritura brillante que lo caracteriza, Arturo Pérez-Reverte va develando los misterios de este original policial, haciendo gala de una inteligencia táctica de consumado ajedrecista.

     Novela amena, elegantemente diseñada, sobria y entretenida, con el valor agregado de poder apreciar la maestría envidiable con la que el autor maneja la lengua castellana. ¡Imperdible!

     Lector, ¡anímate!, no te arrepentirás.



Libro:  El niño con el pijama de rayas (Novela)
Autor: John Boyne (Irlandés)
Editorial:  Salamandra
Año: 2008/ Octubre
Páginas:  219
Traductora: Gemma Rovira Ortega

Cuando Bruno –niño de 9 años- llegó a su casa y vio a María, la criada, que colocaba su ropa en maletas, se sorprendió desagradablemente. Su madre trató de explicarle que se mudaría toda la familia, y que vivirían una especie de aventura.

     ¿Qué tal será la aventura?

     Novela impactante y demoledora. Breve, pero de una profundidad inimaginable. Sobre la inocencia de un niño, se edifica el castigo al adulto. Cuando el lector avanza y -a su pesar- presagia el final…, ¡mamita querida! ¡Qué mensaje tan contundente elaborado con una parquedad asombrosa de palabras!

     Coincido con el comentario del editor que se encuentra en la contratapa, debería leerse en los colegios secundarios y debatirse ampliamente.

     Lector, no te la pierdas, no permitas que te la cuenten, ¡léela! Gracias.



Libro:  El amante de Lady Chatterley
Autor: D. H. Lawrence
Editorial: Clarín-Ñ/ Novelas para disfrutar en verano
Año: 2006
Páginas: 410
Traductor: Francisco Torres Oliver

He aquí un clásico. Hay que leerlos. ¿Por qué no? Los clásicos son como los condimentos de las comidas: son siempre los mismos, pero le dan a cada plato, ese sabor placenteramente pleno que paladeamos hasta en los recuerdos porque son inolvidables. Un clásico no se olvida, y a ellos se remite automáticamente nuestra conciencia cuando busca un paradigma para sostenerse.

     Lady Chatterley, la que se atreve, la que elige su vida y su destino, en una época en que esto era impensable. Tal vez, sea la primera heroína transgresora de la literatura del siglo XX.

     Es una historia de amor. Ya lo sé, no me lo digas, es obvio por el título. Pero, ¡ojo!, que se las trae, ya verás que hay mucho más que la relación entre los amantes y sus emociones desbocadas.

     Lectura de moderada agilidad, amena, con el ritmo de las campiñas inglesas, aunque no falta una clara –no profunda- denuncia social, de explotación y embrutecimiento obrero, del materialismo y el dinero… todo magistral y oportunamente entretejido por este maestro de la literatura inglesa: David Herbert Lawrence.

     Para sentarse, con almohadones en la espalda, los pies sobre una silla o un banquito y ¡a disfrutar! Es un condimento, no lo olvides, se te hará agua la boca.



Libro: La tía Julia y el escribidor (Novela)
Autor: Mario Vargas Llosa
Editorial: Punto de Lectura
Año: 2006, diciembre
Páginas: 489

Novela escrita con la brillantez que sólo logra Mario Vargas Llosa. Varias historias se entremezclan y atrapan por igual. ¿Añoras los viejos radioteatros, o -si eres muy joven- quieres saber cómo eran? Entonces no te pierdas la lectura de este libro.

     También conocerás parte de la vida del autor, la de sus años mozos, la época de sus juveniles atrevimientos y de los escándalos sociales que provocaba.

     La presencia de personajes por demás pintorescos y llamativos es un ingrediente inefable en esta magnífica novela.

     Pinta toda una época en forma divertida, amena e interesante. Siempre alegre, a veces irónico y burlón, sin dejar de lado la mesura, particularidad de su genio. La estructura narrativa que sostiene la historia está desarrollada con suma elegancia y creatividad. El lenguaje verborrágico, casi exuberante, es un verdadero deleite para los ojos y una melodía placentera para la mente.

     Con Vargas Llosa se disfruta y se aprende con placer. No te lo pierdas, a éste, o a cualquier otro libro de este autor.



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